lunes, 22 de junio de 2009

Los hemisferios del tiempo

El verano se acerca en este hemisferio con sus fogonazos de blanco y sus pieles de caoba. En el lejano sur el frío y la gripe toman el relevo.
Mi tía sigue cumpliendo su ritual de los domingos con comida familiar, y las tres moscas cansinas vuelven a trazar polígonos en el aire de la sala.
Antón dormita en la mecedora sus ochenta años y su fe de cristiano viejo.
Los descreídos hablamos de política o del precio del tomate en la penúltima crisis.
Yo estoy ansioso esperando el festival de jazz y me sigue dando pereza comenzar lo que debo.
Miro mi cuenta y puede que me queden otros 40 años, 50, o unos minutos, quién sabe.

¿Para qué sirve todo esto? ¿Es el banquero mejor persona que yo? ¿Es importante ser buena persona? ¿Se puede calcular de alguna manera? ¿Debo simplemente dormir bien, comer sano, cumplir mis tareas y dejarme llevar, o me marco un objetivo y lo persigo a muerte? Y, lo que más me preocupa: haga lo que haga... ¿va a servir para algo?

2 comentarios:

Necio Hutopo dijo...

Vale, amanecimos deprecibos... Suele suceder

Duquesa de Katmandu dijo...

A nosotros dos (al menos a Don Mario y a mí), sí nos servirá.

beso sudaka,

PD: Disculpe, Mario que haya utilizado el "nosotros" inclusivo.