Me he desplazado por decenas de galaxias con decenas de planetas que albergan decenas de personajes, trampas y enemigos de todo tipo. He pateado traseros, disparado contra villanos, he manejado explosivos... he sido hombre bala, hombre abeja, hombre hielo... y he destruido más de un engendro mecánico y más de una fortaleza. He experimentado la fuerza de la gravedad, el magnetismo, la velocidad supersónica... en una palabra: ¡EL PODER!
Y todo eso, por supuesto, por el amor de una dama.
Lo admito: he jugado al Super Mario Galaxy para Wii. La alquiló mi chaval pero yo he completado algunos escenarios. Nunca he sido mucho de juegos de plataformas y tan sólo había jugado con Mario en su primera y prehistórica aparición en el mítico Donkey Konk, allá por los remotos ochenta... pero esto es distinto. Empuñas los mandos de la Wii y es que te metes en la historia...
La experiencia es alucinante.
¡No todo va a ser marujear! ¿No?
¡No todo va a ser marujear! ¿No?
3 comentarios:
No te avergüences, yo también he jugado, de hecho, me lo he pasado. Y eso que siempre he sido más de reventar cabezas de zombies, pero reconozco que el juego es de lo mejor que he visto.
Claro, tanto jugar dejamos de oir la radio, de escribir cuentos ganadores... :-D
No hay caso, lo hemos perdido... (dónde deje ese &%$ control?)
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