Aunque intentes evitar los jodidos anuncios de la cochina tele, siempre acabas viendo uno de cereales con fibra. Con mucha fibra. Cada vez tienen más fibra.
Es curioso cómo han convencido a una parte de la población para que se llene la barriga de virutas de madera.
Dos mil años de evolución tecnológica hasta conseguir el pan blanco y ahora resulta que hay que comerlo con el salvado.
Y, sorprendentemente, resulta que es más caro. Evitan eliminarle el salvado, se ahorran un porcentaje de harina en cada pan, y aún así es más caro. Y los cereales de desayuno con mucha fibra, de esa marca con una gran K, todo residuo y pocas calorías, son especialmente caros. ¡Ni que las virutas fueran de ébano!
Además, para quien no lo sepa, las dietas con muchos residuos tienden a irritar los intestinos.
Esas moldelos de sus anuncios, flacas como estacas, no es que evacúen con regularidad porque estén muy sanas, no... ¡es que se van por las patas abajo!
2 comentarios:
A ver si entendí yo algo... No le gusta la fibra? es eso?
A mi tampoco me entusiasma...
Eso es. La única fibra que me gusta es la muscular, para comérmela, y la de algunas muchachas cubierta de piel suave.
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