El otro día, después de que mi hijo devorase tres flanes de vainilla pero rechazase los de huevo, hice un descubrimiento singular, de esos habituales en mí, y le dije a mi mujer: -¿Te has fijado en que los flanes de vainilla vienen todos, sea la marca que sea, en envases cuadrados con acanaladuras y los de huevo en envases cilíndricos? Y ella, en vez de quedarse maravillada como yo, ante tan sorprendente descubrimiento, contesta: -Claro, para que se distingan a simple vista.
Hoy me he dado cuenta de que este ejemplo real sirve para describir dos maneras de pensar o de situarse ante la vida: La de la persona observadora, esa que se maravilla sin más de lo que descubre y siente la necesidad de contarlo, y la de la resolutiva, que enseguida ve la aplicación práctica de los descubrimientos.
¿No es maravilloso que hayan coincidido estos dos arquetipos dentro de una pareja? ¿No somos, por tanto, deliciosamente complementarios? ¿No os estáis muriendo de envidia?
Casualmente ahora, cuando yo hago este trascendental descubrimiento, ella se encuentra ausente del hogar para asistir a un congreso internacional de su especialidad.
¡Ainhoa vuelve! ¡Somos la pareja ideal! ¡Juntos podemos dominar el mundo!
¿Veis? De nuevo mi necesidad de contar mis descubrimientos. ¡Eh! Ahora que lo pienso... esta puede ser una buena oportunidad para tratar de ponerme en su lugar; para pensar como ella. Vamos a ver...yo le diría: -Ainhoa, ¡he descubierto que somos absolutamente complementarios!- y ella contestaría... a ver... ya está: -Claro, por qué crees que seguimos juntos.
Espera... falta algo... ¿y la aplicación práctica? -La aplicación es que, como seguimos juntos, yo me puedo ir a un congreso y tú te quedas con el chaval.
-Pues también es verdad.
3 comentarios:
"¿No os estáis muriendo de envidia?"...
Pues la verdad es que sí... pero tampoco es de sorprenderse, últimamente me muero de envidia por casi cualquiera que tenga una pareja estable...
Por CASI cualquiera, donde la exclusión marcada por el casi engloba a una buena parte de la humanidad, entiéndase
mu bonico.
Eh, necio hutopo, asóciate -si no encuentras pareja-. Aunque pensandolo bien, tal vez tú no necesites complementarte...
Sr. Anónimo, de esto:
"Aunque pensandolo bien, tal vez tú no necesites complementarte"...
Me sabe algo, me conoce de algun lado o me habla al tenteo?
Publicar un comentario