jueves, 14 de febrero de 2008

Banalidades artistico-psiquiátricas para un viernes


Descubrí su existencia leyendo "La vuelta al día en ochenta mundos". Tras un paréntesis de 15 años tuve la suerte de ver en vivo algunas de sus obras, en una exposición que se celebró en mi ciudad.
Hablo de Adolf Wölfli, pero dejaré que el propio Cortázar lo cuente, pues lo hizo mucho mejor de lo que yo alcanzaría.

"El gigante Wölfli, un montañés tremendamente peludo y viril, todo calzoncillos y deltoides, un primate desajustado incluso en su aldea de pastores, acaba en una celda para agitados después de varias violaciones de menores o tentativas equivalentes"... "Allí Wölfli le hace la vida imposible a cuanto Dios crió, pero a un psiquiatra se le ocurre un día ofrecerle una banana al chimpancé en forma de lápices de colores y hojas de papel. El chimpancé comienza a dibujar y a escribir, y además hace un rollo con una de las hojas de papel y se fabrica un instrumento de música, tras lo cual durante veinte años, interrumpiéndose apenas para comer, dormir y padecer a los médicos, Wölfli escribe, dibuja y ejecuta una obra perfectamente delirante que podrían consultar con provecho muchos de esos artistas que por algo siguen sueltos."

"Por si no bastara, cuando el doctor se interesaba por el sentido de la obra de Wölfli y este se dignaba a hablar, cosa poco frecuente, sucedía a veces que en respuesta al consabido ¿Qué representa?, el gigante contestaba: -Esto-, y tomando su rollo de papel soplaba una melodía que para él no sólo era la explicación de la pintura sino también la pintura."

A partir de aquí Cortazar se lanza a un maravilloso análisis que parte de la posibilidad de plurivisión unívoca de una obra, a lo Wölfli, llega hasta el nivel atómico, y contornea la física cuántica y el efecto mariposa. Son tres páginas realmente geniales. Recomiendo vivamente su lectura; La vuelta al día en ochenta mundos, en el capítulo convenientemente titulado: -Yo podría bailar ese sillón- dijo Isadora.

Y, para terminar, la reflexión que este asunto me sugiere: Si no puedes evitar hacer algo delirante, hazlo enorme o durante mucho tiempo, ya que si no serás considerado un loco vulgar.

2 comentarios:

Necio Hutopo dijo...

"Si no puedes evitar hacer algo delirante, hazlo enorme"...

Tener un blog para inatercambiar pareces con personas que estás a oceános de distancia cuenta?

Javier Vizcaíno dijo...

Esto... ¿Y no se puede ser creativo sin necesidad de tener ganas de clavar cuchillos jamoneros en gaznates ajenos?