Mis ávidos lectores conocerán la contingencia que sufrí al intentar renovar mi DNI caducado.
Dijeron que me llamarían pero no lo hicieron. Me personé otra vez, lo buscaron de nuevo pero no lo hallaron y me dieron como única solución repetir el proceso de renovación.
Hoy he reunido las ganas suficientes para volver a intentarlo. Me he acercado allí a las doce y no había mucha cola. Cuando me ha tocado la vez me he sentado en mi puesto y le he contado al funcionario la contingencia. (Para el que no haya querido leer la anterior entrada fue, sencillamente, que ellos perdieron mi carnet nuevo antes de que pudiera recogerlo) Ha mostrado perplejidad, como ya esperaba, se ha levantado y ha desaparecido por una puerta. Mientras regresaba no he podido evitar reparar en el novedoso artilugio que reposaba en la mesa. Ha vuelto y me ha indicado que han anulado la anterior renovación y que procederemos de nuevo. Me ha requerido algunos datos, me ha hecho firmar, poner los dos índices en el artilugio nuevo, y luego se ha retirado un momento hacia atrás. Yo me he distraído unos segundos mirando los datos del DNI que aparecían en una pantalla orientada hacia mí y el tipo ha dicho de repente: -Bueno, pues aquí lo tienes- Y me ha mostrado una tarjetita con chip y mi careto.
¡No podía dar crédito a lo que veía! ¡Era mi carnet! ¡Yo suponía otro mes de espera hasta que me entregasen el nuevo! El tipo lo ha introducido en el novedoso artilugio para cargar el chip y, mientras el proceso se realizaba, me ha comentado socarronamente que ha tenido que hacer una "trampilla" para que no me cobrasen otra vez la tasa. También me ha entregado un folleto en el que se detallan las nuevas utilidades de DNI electrónico, le he contado la sorpresa que para mí suponía saber que iba a poder llevarme el carnet así, sin más, y me ha comentado que he tenido mucha suerte, pues el que me habían perdido era del modelo antiguo, que además caducaba antes.
¡Definitivamente la providencia estaba detrás de aquel extravío! ¡No hay mal que por bien no venga! Ahora tengo un carnet molón y supercibernético, con un montón de utilidades, que caduca dentro de diez años, me ha salido bien la firma, y hasta estoy guapo en foto... ¡Casi me ha hecho olvidar que es una imposición, que viola nuestra intimidad y por la que además nos cobran!
Como podéis ver estoy exultante. ¡Vuelvo a creer el ser humano y sus instituciones! ¡Este es el principio de una buena racha! ¡Y tengo loto para hoy! Puede que incluso alguien cuelgue una rima en mi anterior post... definitivamente ¡Hoy puede ser un gran día... y mañana también, qué coño!
3 comentarios:
Payaso! Cabeza hueca! Mentecato Bellaco! Vulpéculo! Huevón!
He pasado por aquí para insultarte como nos aconsejas en el otro blog. ¿Vale?
A mi me lo renovaron hace poco y no me han dado el del chip, mamones!, con lo geek que soy yo.
Saludos
Gracias por tu halagos que no merezco. Si eres tan geek puedes hacerte un nuevo DNI. Te lo hacen en el acto...¡No!¡Durante el acto, no, hombre!
Pues en verano he tenido que renovar el DNI y ¡nada de chip!. Además, en el nuevo parezco mayor que en el anterior. O sea, que estoy totalmente frustrado.
Aquí va una aportación a tu blog: Meón! (que se le había olvidado a Mikel)
Un abrazo.
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