Brillantes y ocurrentes

Escuché el domingo, en la emisora de mis desvelos, la sección de Jabier Muguruza. Contaba que se había encontrado con uno de esos amigos ingeniosos que tienen que soltar su gracia, que no se pueden reprimir, y se quedan muy contentos "los pobres"cuando mostramos nuestra aprobación.
Añadía: " Sí supiera lo que pienso de la gente que gasta continuamente sus energías en mostrarse ingeniosa ante los demás... "
Continuaba diciendo que compartía totalmente con Marcel Marceau la opinión de que a veces las palabras lo ocultan todo y que por eso, ante los que pretenden en todo momento mostrarse brillantes y ocurrentes, se preguntaba siempre lo mismo: ¿Qué habrá ahí escondido? ¿Qué estarán intentando ocultar, tanto sacar conejillos de la chistera?

Pues bien, como ingenioso reconvertido, responderé que, a menudo, lo que hay escondido es un individuo TDAH y, cuando es así, no tratan de ocultar nada, ya que no son conscientes "los pobres" de que su comportamiento sea percibido como "anormal". Y si nos guardamos lo que pensamos de sus ocurrencias y nunca se lo comentamos amablemente, como eso que te dice en confianza un verdadero amigo, seguirán sin ser conscientes.

Yo tardé mucho tiempo en comprender cómo era percibido por los demás y ahora que lo sé tengo control sobre mis ocurrencias, aunque me sigan asaltando continuamente.
El TDAH no se cura; no desaparece, ya que es un tipo de neurología distinta, pero si uno lo comprende, puede llegar a controlarse. ¡Yo a veces paso por un tipo normal!

De todas formas, siempre acabamos encontrando un sitio para volcar nuestras ocurrencias. Yo antes dibujaba mucho, llamaba a la radio, ahora escribo un blog... otros hacen canciones, escriben libros... todos encontramos la manera de mostrarnos brillantes y ocurrentes.