Una noticia de 20 minutos.es me ha llevado al blog de Listao y luego a la reflexión.
Lo que damos por seguro e inamovible, nuestras convicciones más firmes, se vienen abajo cada vez que nos presentan una creación como esta.
Algunos visitantes dicen sentir mareos y malestar al estar unos minutos dentro de la estructura.
Claro, al cabo de un rato nuestro cerebro tiene que elegir si lo que está al revés es la casa o el mundo.
Siempre recuerdo con fascinación mi primera visita a una "casa magnética". La perplejidad y diversión que uno experimentaba dentro era alucinante, pero no era nada comparada con la sorpresa de descubrir la sencillez del truco que lo hacía posible: Una entrada oscura y accidentada donde perdías la orientación espacial, y una habitación inclinada, con las paredes formando ángulo recto con el suelo.
Sólo eso bastaba para que se obrase el milagro. Así de frágil es nuestro vínculo con la realidad. La simple percepción que nos dan nuestros sentidos.
Podéis ver en el vídeo, seguramente con envidia como yo, las reacciones del personal (atención a esa chica turbada y adorable), al cronopio de su creador (al que espero que erijan un monumento), el maravilloso paisaje donde está enclavada la casa y, bajo la inevitable traducción, la hermosa lengua de esas gentes, a los que siento como hermanos.
¡Ah! Y el blog de Listao, ¡EXCELENTE!
1 comentario:
Gracias por tu link y las consideraciones para con mi blog.
UN abrazo
Publicar un comentario