domingo, 24 de mayo de 2009

Sensación Tondori

Alguna de las muchas substancias que, desde el pasado jueves, vengo incorporando a mi organismo, han alterado mi conciencia de manera que ahora mis rangos de visión y audición se han ampliado, y puedo percibir mi entorno con más claridad y precisión.
Sería difícil aislar ahora el agente que ha causado estas alteraciones, pero me decanto por alguno de los componentes de los platos de la cena del restaurante indio, porque a partir de aquella coordenada temporal se produjeron los cambios, aunque sería injusto acusar al chef por su menú, con demasiado Tondori, la verdad sea dicha, cuando fuimos nosotros los que elegimos esa sección de la carta, y la sangría no estaba entre sus propuestas. No descarto que las alteraciones sean fruto de la mezcla indiscriminada de elementos
Vivo en una suerte de tiempo dilatado, en el que no me llega para realizar todas la tareas que asaltan mi cabeza, pero tampoco me preocupa, pues tengo de la seguridad de que carecen de importancia. Percibo lo que va a ocurrir segundos antes de que acontezca y las frases de los demás me suenan huecas y repetidas.
Tampoco descarto que sea una respuesta de mi propia bioquímica corporal ante el estrés de la mudanza o la duplicidad de residencias, horarios y quehaceres, o que sólo sea una mera sensación psicológica sin base biológica.
Por la noche se mitiga y casi no me siento raro...

2 comentarios:

Necio Hutopo dijo...

Vale, vives en un fallo de la Matriz...

Nym dijo...

Pero mola ;)