viernes, 11 de enero de 2008

Palabras de aliento.

Y ahora, para compensar tanta tontería que suelo escribir, un poquito de realidad.

Ayer mi hijo tenía deberes para casa por primera vez. Era una página llena de sumas. (Otro día hablaré de estos métodos educativos totalmente trasnochados.) Y no quería hacerlas. Él quería irse a jugar con sus amigos a la plaza, como siempre. Era una de esas raras tardes en que estábamos mi mujer y yo. Mi primera reacción fue decirle que hasta que no acabase no podría ir a jugar con sus amigos; es lo que me decían a mí siempre. No funcionó en absoluto. ¡No puedo...! rezongaba, diciendo que eran mucha sumas. Yo iba a insistir pero mi mujer me rogó callar y animó al chaval a completar la primera, ofreciéndole ayuda y una verificación posterior del resultado. El chaval accedió de mala gana, pero hizo la primera operación. Mi mujer la verificó, le felicitó, alabó su trabajo y le animó a realizar la siguiente. El chaval la hizo, y nuevamente recibió verificación y felicitación por parte de mi mujer. Y lo mismo ocurrió con la tercera.
Yo no podía creer que fuese tan sencillo. A partir de ese momento comencé a animarle yo también. El chaval cogió carrerilla y en un pis pas completó toda la página de operaciones, prácticamente sin ningún fallo. Le felicitamos y alabamos su diligencia y esfuerzo.
Contento como unas castañuelas, se puso las zapatillas y salió disparado a la calle.
No sólo había realizado rápidamente un trabajo que tan sólo unos minutos antes se negaba a hacer, sino que se marchaba exultante, convencido de que era capaz de hacerlo.

Bueno... y además, su padre había aprendido una valiosa lección.


8 comentarios:

Santiago Bergantinhos dijo...

Ten cuidado, o te vaya a salir el niño ingeniero.

Anónimo dijo...

jajajajajajajajaja

Ruth dijo...

Que los deberes son por su bien, hombre. ¿Ves cómo no era para tanto?
Tu mujer, pedazo de mano izquierda, oye.

Iñaki Murua dijo...

Bueno, Hiper, si tú no aprobaste EGB ;-)

En serio, he leído estudios y artículos sobre lo injustos que son los deberes para casa.

Recuerdos a tu "educadora" chica.

jose.etxeberria dijo...

Espero que no tenga "El Don", Santiego ;-)
¿De qué te ríes, Mari?

Y hablaremos de deberes, Ruth...

Él no tendrá lalportunidad de suspender EGB, Iñaki, Je, je, je.
Te saluda a ti también.

Necio Hutopo dijo...

"además, su padre había aprendido una valiosa lección"...

Que a veces sirve más la zanahoria que el palo?

Javier Vizcaíno dijo...

¿Qué es eso de "para compensar los tonterías que escribo"?
Disiento.
Eso sí. Este apunte me ha gustado particularmente.

Anónimo dijo...

Siento curiosidad:

¿Qué quieres decir cuando escribes:

(Otro día hablaré de estos métodos

educativos totalmente trasnochados.)?


Lola Peinetas:(La Profe...¿de tu hijo?