Cap.7
El absorbente cubano. (Primera parte)
Quizás estéis pensando: “A este tío se lo emiten todo”, “Tiene enchufe”, “ Yo he llamado alguna vez y no han emitido mi opinión”, “Como ya le conocen lo tiene fácil”... pero no; a mí me rechazan opiniones como a todo el mundo. Algunos días he llamado cuatro veces y me han radiado una o ninguna. Mi único secreto es la insistencia. Y si no preguntadle a Begoña Jiménez... la insistencia y la emoción. Llamar cuando algo realmente te preocupa. Reflexionar un poco sobre el asunto pero no dejar pasar el momento. Llamar cuando todavía la emoción te aprieta.
Naturalmente con el tiempo también se coge maña. Eso lo saben otro millar de oyentes que opinan y concursan en esta emisora. Por ejemplo, tener los números de todos los programas, secciones y concursos memorizados en tu móvil, ayuda. Adquirir un cierto sentido de la oportunidad, el momento justo en el que abren los teléfonos aunque aún no lo hayan anunciado, también. Y para opinar en el teléfono del oyente, además de seguir las recomendaciones de la amable voz del contestador: nada de anónimos, dejar el número de teléfono real, etc., evitar las groserías -como enseñaba Aníbal Lecter- también es condición importante. Y si no, miren el spitch que me rechazaron hace ya tiempo:
“A menudo Iñigo Lejarza recoge en su sección noticias sobre el pene. Operaciones de alargamiento, estudio sobre el tamaño medio, el caso de John Bobit... pero yo me pregunto: ¿Qué interés tiene Iñigo en este asunto?... ¿Se trata de algo personal... ? En mi gabinete podríamos mirárselo... me refiero al aspecto psicológico del tema, entiéndame.
Por otra parte me alegro de que se trate este asunto en antena. El pene también existe. Pero, a mi entender, se está quedando un poco desequilibrado. ¿ Para cuando una sección vagina, Iñigo? La vagina también es graciosa. Sin más, agradeciendo de antemano su atención, me despido en nombre de mi equipo.”
Todo esto dicho con una impostación e inflexiones a lo Eduardo Punset
Reconozco que era un poco atrevido, quizá obsceno para ser emitido por la mañana; un poco cogido por los pelos... vale, no era una verdadera opinión. Tan sólo era un recurso para gastar una broma... un poco de humor. Pero es que Iñigo había hablado durante las últimas semanas del pene. Y a las doce y cuarto de la mañana. Y Almudena se reía mucho... y yo también quería participar de ese jolgorio. Si me apuran, algún día contaré la jugada que le gastó Javier Moncada a Almudena, desde su sección “Los sonidos de la web”, emitiendo a la una menos cuarto del mediodía un fragmento del marqués de Sade.
Con el tiempo se le coge el tono a la emisora y si tu opinión es honesta, el mensaje es inteligible y está libre de exabruptos, acaban radiándolo y obtienes tus segundos de gloria, pero, si no lo hacen a la primera, no hay que desanimarse: Recordad que el único secreto para conseguirlo es la insistencia.
Contaré ahora un episodio que demostrará perfectamente cómo la insistencia acaba dando sus frutos -muchas veces más espléndidos y jugosos de lo que se esperaba- y de paso resolverá vuestras dudas sobre el título de este capítulo. Es el asunto que guardo en mi memoria con el sugestivo nombre de: “El absorbente cubano”
Era una tarde de viernes; ese día de la semana Radio Euskadi se pone más festiva y la programación se vuelve más distendida y humorística. Graffiti realiza una particular ronda de corresponsales con el acertado nombre de “El eje del bien”. Participaban desde Roma Marlene Merikaetxeberria, desde Nueva York Luis Foncillas y desde La Habana Joseba Macias, con la colaboración especial de nuestro recordado meteorólogo de cabecera, Edorta Román. No son unas corresponsalías al uso, ya que lo que se cuenta son las noticias curiosas, tendiendo hacia las cachondas, (en la completa acepción del término) que no tienen cabida otros días. En este ambiente distendido, la conversación solía derivar hacia derroteros inesperados, y aquel día en particular, tomó un rumbo sorprendente.
Joseba Macías, aprovechando la participación de Edorta Román y su condición de científico, quiso formularle una pregunta que hacía tiempo atormentaba su mente.
- Oye, Edorta...me ocurre un cosa muy curiosa. Cuando tomo en Cuba un refresco con pajita, que aquí le llaman absorbente, les dices pajita y se te ríen... la pajita va saliéndose del vaso, va subiendo hasta que se sale y se cae fuera. ¿Tú sabes, ya que eres científico, a qué se debe esto?-
Cachondeo general. Perplejidad en Edorta, manifestada en los titubeos de su voz; se huele broma.
- No sé... soy científico...pero ese campo...¿no será que le pones mucho ron al refresco?... y ves cosas raras...
Risas generalizadas; comentarios varios.
Yo, que soy tan cronopio como Joseba Macías, enseguida empatizo con él, y además resulta que también he observado desde bien pequeño este fenómeno, llegando a elaborar una teoría para explicarlo... ¿Iba yo a dejar que el mundo, y el pobre Joseba, siguiesen en la ignorancia? Como bien suponéis, no.
Llamé al teléfono del oyente y dejé grabada mi revolucionaria explicación a tan singular fenómeno.
3 comentarios:
Pero... Pero... Y la explicasión del fenómeno era que...
Leches, Hiper-Kanif... esto es una tocada de eggs... dejarlo así... si es que no tienes formalidad...
La explicación tiene que ver con el gas carbónico que en forma de burbujas va adhiriéndose a la pajita (por fuera y por dentro) hasta el punto de superar en fuerza ascendente su peso y por eso la saca (Jo, pajita, por fuera, por dentro, la saca...) Ves... te pones a hablar de penes y lo relacionas todo.
Bueno, Kanif, yo ya he votado.
La verdad es que no sé porqué, pero me encuentro mucho mejor. Será lo del deber cumplido, o así.
Es más, estoy tan orgulloso de mi voto que me voy a echar la siesta sin Lexatin, ni nada...
Un abrazote.
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