Realmente esa es la diferencia entre ellas y ellos, al conocer el vacío existencial tras la mortis causa, obliga a la individua a ejercitar las dotes consumistas y extraer de la visa su exprimicia total... Ellos conocen el vacío de la anodina realidad y se refugian en su afamado prepucio genuíno, a sabiendas de que la mortis causa les pivará del limbo sectario.
MUERETE UN POQUITO entre mis brazos...QUE YO MORIRÉ EN LOS TUYOS.
3 comentarios:
Realmente esa es la diferencia entre ellas y ellos, al conocer el vacío existencial tras la mortis causa, obliga a la individua a ejercitar las dotes consumistas y extraer de la visa su exprimicia total...
Ellos conocen el vacío de la anodina realidad y se refugian en su afamado prepucio genuíno, a sabiendas de que la mortis causa les pivará del limbo sectario.
MUERETE UN POQUITO entre mis brazos...QUE YO MORIRÉ EN LOS TUYOS.
Yo he visto varios. Uno del diálogo de Samuel L Jackson putea a los chicos del piso en Pulp Fiction.
He de reconocer que soy fan de la Hija de puta con clase desde hace un par de años. Muy buen blog.
Eso sí, esa presentación tuya en plan replicante me ha llegado al alma. Te agrego sólo por eso.
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