jueves, 9 de agosto de 2007

Educación, TDAH y Dudas

Leo en la excelente bitácora de Jaio la espía, un post sobre la educación que me ha hecho reflexionar, ya que el asunto me atañe muy directamente.
Se titula "Educar par la medianía"y resumiré su esencia por si os da pereza pinchar: Cuenta, mediante una clarificadora fábula, cómo la educación infantil sigue tendiendo a la homogeneización de los alumnos, en vez de a potenciar sus cualidades, y cómo se sigue viendo la diversidad como una lacra en vez de como un valor que nos permite complementarnos.

Decía que el asunto me atañe, no sólo porque mi mujer sea educadora y me dé la "tabarra" a menudo con ese tema, sino porque hemos fabricado entre ambos un niño muy original, diagnosticado de TDAH. (Si conocierais a su padre sabríais que no podía haber sido de otro modo)
El chaval sigue tratamiento farmacológico y la verdad es que le va bien y, aunque sigue mostrando cierto déficit de atención e hiperactividad, su autoestima se ha elevado, ya no se siente un "mierda", ahora ya no hay que arrancarlo de los marcos de las puertas para llevarlo a la ikastola, disfruta leyendo y jugando con sus amigos, cosa que antes le resultaba casi imposible, acepta realizar sus tareas... pero... constantemente me asaltan las dudas:
¿No le estaremos medicando simplemente para homogeneizarlo? El chaval muestra claras diferencias respecto a otros niños... ¿No estaremos anulando esas diferencias y, por tanto, perdiendo una diversidad preciosa? ¿Debe ser educado como los demás o deberíamos educarlo de manera diferente ya que él es diferente?

Lo único que me tranquiliza es escuchar de mi mujer que estamos haciendo lo correcto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por lo que me atañe, no tengo ninguna duda de la importancia de la medicación. A nadie se le ocurriría dejar de dar insulina a un diabético, aunque en realidad también le cambia la personalidad, el índice de azúcar en sangre afecta directamente al humor.

Cuando nuestro niño está sin medicar parece que se lo pasa mejor pero anda en la cuerda floja, cualquier contratiempo y se hunde. Con cuatro años decía que él no era él, a mí eso me basta para comprender que en el fondo no quiere desfasar tanto, que no se siente cómodo con las malas pasadas de su química cerebral.

La medicación sólo mantiene un poco bajo control su impulsividad y su hiperactividad, pero creo que refleja mejor su personalidad.

jaio dijo...

Gracias, por su enlace, señor escuchador. Ciertamente que es muy difícil mantenerse en el punto medio en que se les dé educación (imprescindible) y se les fomente su propia personalidad.

Saludos.